Un invento muy simple cambió la vida a muchas personas al rededor del mundo.
Seguramente su creador, Alfredo Moser -un mecánico brasileño- nunca imaginó la dimensión del impacto que tuvo su buena idea.
Durante la crisis energética que vivió Brasil en 2001, Alfredo -que vivía en Uberaba, al sur del país- creó una solución muy simple para iluminar viviendas basada en una botella de plástico. Una alternativa muy económica, reciclable y libre de emisiones de carbono.
La lámpara Moser consiste en la botella de plástico cubierta de agua y algo de cloro. En entrevistas que dio apenas se conoció su invento dijo que funciona por refracción de luz solar. «Hay que añadir dos tapas de cloro para evitar que el agua se ponga verde, con algas. Mientras más limpia esté la botella mejor», explicó.
La botella se coloca en el techo luego de hacer un orificio y se sella para evitar goteras. Según Moser, un ingeniero midió la intensidad de la luz apenas terminado el invento y, depende de los rayos del sol, equivale a 40 o 60 vatios.
La historia de la solución se difundió rápidamente en el mundo. De hecho sirvió de inspiración para que el filipino Illac Diaz fundara el movimiento Litro de Luz. El emprendedor social nacido en Manila vio en la creación del brasileño la oportunidad para ayudar a muchas familias de bajos ingresos en su país.
La lámpara creada por el brasileño solo funciona de día. Litro de Luz encontró una forma de expandir su utilidad. Se diseñó entonces un sistema compuesto por cuatro piezas: una placa solar para captar la energía del sol, la batería para almacenar energía, el conjunto de lámparas LED en una botella de plástico y el circuito controlador que permite el funcionamiento automático cuando oscurece.
«Cuando me preguntan por el cambio climático, digo que miren a los que resuelven los problemas. Hay que darles el apoyo de dinero para que hagan grandes cambios»
«Así nació Litro de Luz, preguntándonos cómo podemos crear un sistema basado en las personas y cómo podría crecer de manera más orgánica y con un enfoque ascendente», comentó Diaz a Connect4Climate. Y agregó que cuando le preguntan por el cambio climático, responde: «mira a los que resuelven los problemas y dales el apoyo de dinero para que hagan grandes cambios. Hay que saber organizar una comunidad y esa habilidad es lo que a mí me cambió mucho».
Libro de Luz es una organización sin fines de lucro y en poco tiempo logró multiplicarse por el mundo respetando las particularidades de cada lugar. La inspiración que provocó Alfredo con su invento fue abrumadora. Según Climate Heroes, Illac Diaz y su ONG Litro de Luz ya han ayudado a más de 382.000 filipinos y 690.000 personas en todo el mundo a salir de la pobreza energética.