Agustina Grasso es periodista y hace diez años dedica su tiempo a contar el impacto de la basura en las personas. Siente que su trabajo es aportar a que la gente sea más consciente de que la basura tiene serias consecuencias en la salud. De hecho, la muerte frecuenta con insistencia las cercanías de los basurales.
Hace dos años Agustina le dio origen a Trash, un documental interactivo que permite conocer el camino de los residuos en Argentina.
Lanzó también el mapeo de basurales en todo el país, junto a la información sobre cooperativas de reciclados y espacios para composteras, además de los planes de erradicación de vertederos a cielo abierto. “Buscamos democratizar la información”, señaló.
Agustina nació en la zona oeste del Conurbano bonaerense. Cuando ingresó a trabajar al diario Perfil, empezó a rastrear contenido para sus notas. En esa tarea se encontró con el reclamo de los vecinos de González Catán que hace años luchaban para erradicar un relleno sanitario en la zona, muy contaminante que no cumple con las normativas de impacto ambiental.
“Los vecinos hicieron un censo para determinar las enfermedades que sufrían las personas del lugar, y se encontraron con casos de lupus, cáncer, problemas respiratorios y de piel”, contó la periodista. Recuerda que volvió a su casa y la primera reacción fue separar sus residuos.
“Hacemos un periodismo pro positivo. No tóxico. No solo generamos la información, también buscamos soluciones”
Sintió que la historia debía conocerse de forma masiva. Para eso comenzó a escribirla en escrituracronica.com e ideó el documental interactivo. “Ya cumplimos dos años con Trash y es increíble como el mensaje se fue difundiendo. Lo importante es que la gente entienda que la basura tiene consecuencias en la salud de las personas”, destacó.
El objetivo es democratizar la información, que la sociedad conozca el recorrido que hacen los residuos y cuales son las políticas públicas que se aplican para evitar daños en el ambiente y las personas.
Agustina está convencida del valor que tiene el periodismo que ejerce, el que genera consciencia. “Siempre traté de no perder el eje, que fue generar información para un planeta mejor. Como periodistas somos fuente, podemos elegir no hacer periodismo basura”, definió y agregó que “hacemos un periodismo propositivo. No tóxico. No solo generamos la información, también buscamos soluciones”.
En el camino es frecuente encontrarse con frustraciones porque no todos los actores de la sociedad tienen el mismo interés.
También sucede un proceso de toma de consciencia en la sociedad. “Cada vez hay más interés en el tema. La gente a mi alrededor recicla, eso antes no pasaba. Tenemos también avances dentro de la política pública nacional”, valoró aunque admitió que aún falta. Por ejemplo, en el reconocimiento de derechos laborales para cartoneros y cartoneras.
Para Agustina la producción de envases de plástico debe tener un fin. Es tiempo ya -asegura- de ser determinante en este tema.
Los números siguen siendo preocupantes y la fuerza de la reacción se ha mostrado hasta ahora insuficiente. En Argentina tiramos por día un promedio de un kilo y medio de basura por persona. En 9 días podemos llenar un estadio de fútbol. Y enterramos el 80 % de la basura, se recicla solo el 6%.
La basura -asegura Agustina con énfasis- es una cuestión de derechos humanos. Un tema para nada menor. Sucede que el nítido paisaje de desigualdad en el país expone un retrato impactante de personas muriendo en basurales desquiciados.