Los “Gauchos del Mar”, Joaquín y Julián Azulay, difunden historias que se descubren detrás de cada ola.
Son hermanos y nacieron practicante arriba de una tabla de surf. Su padre fue pionero en el deporte y el encuentro constante con el mar los llevó a apreciar la conexión con la naturaleza, a explorar y luego a realizar documentales que despiertan conciencia.
Joaquín contó que el camino que luego desencadenó en un proyecto audiovisual se inició en 2010, cuando empezaron a viajar solos. “Concretamos el sueño que teníamos de chicos de viajar por el continente americano”, contó en Pausa, el programa que conduce Vivian “Lulú” Mathis.
El recorrido comenzó en California y se ocuparon de registrar el viaje con una GoPro que recién salía al mercado y una modesta cámara HD. La consigna fue surfear y contar historias.
“Hicimos los documentales para generar algo en la audiencia. Son herramientas que tienen mucha fuerza y que pueden involucrar a la gente en temas ambientales, hacer peticiones, generar cambios. Es mucho más que algo audiovisual”, destacó.
En 2021 presentaron el documental ‘La ola sin frontera’ sobre una intensa experiencia en Malvinas. “Quisimos usar la naturaleza como puente entre el continente y las islas. El mar nos une, es una muy linda metáfora”, comentó Joaquín y destacó la armonía en la naturaleza, donde hay que respetar el turno de las olas. Nada de esos movimientos avasallantes que suceden en nuestra sociedad.
Los “Gauchos del Mar” estuvieron 50 días en Malvinas. Encontraron a dos hermanos que vivían en la isla y surfeaban. La idea era compartir olas con ellos para generar un puente pero no fue fácil. Primero sintieron miedo y tomaron distancia. Después de 30 días, Joaquín y Julián no lo intentaron más, se rindieron.
La experiencia fue impactante porque se viven los rastros del conflicto. Joaquín contó que algunas playas están cercadas por las minas. Hay restos de helicópteros en las rutas y es fácil entrar a campos de batalla sin anuncio previo.
Un día las condiciones se alinearon y asomaron muy buenas olas. Fue el momento ideal para surfear y, de pronto, Joaquín y Julián vieron cómo se acercaban los hermanos que habían intentado contactar. “Fue muy natural, espontáneo. Después fuimos a comer y hoy continuamos hablando. La idea fue mostrar un mensaje de unión y paz”.
Una de las enseñanzas de estas expediciones es que la naturaleza se expresa y pone límites. Lo pudieron ver muy bien en la Península Mitre, en Tierra del Fuego, un área de 320.000 hectáreas, que motivó otro documental en 2015. Fueron 53 días de temperaturas muy bajas, con pesadas mochilas en la firme búsqueda de olas en un mar que nadie había surfeado antes.
“El objetivo fue amplificar el mensaje de conservación del área”, destacó Joaquín y contó que en el lugar se había intentado desarrollar negocios, pero la naturaleza les dijo que no. Retiraban madera de la península y el mar los zamarreaba para ahuyentarlos. Con el paso del tiempo entendieron que no tenía sentido y abandonaron el emprendimiento.
La película provocó un entusiasmo local que permitió sacudir un viejo proyecto de ley que estaba perdido en algún cajón de la Legislatura y en diciembre de 2022 fue declarada área protegida. “Es increíble haber aportado un granito de arena”, admitió Joaquín.
Las olas también llevaron a Joaquín y Julián a África, una experiencia transformadora. Fueron 22 meses viviendo en un camión que les permitió recorrer 24 países. “Es muy diverso, intenso, tiene ritmos distintos a los que estamos acostumbrados. Los sistemas no funcionan, pero la gente tiene igual muy buena onda. No tienen los deseos de la sociedad occidental”, describió Joaquín y agregó que la comunicación se establecía con gestos y miradas claras.
El documental Territorio Africano muestra la inmensa desigualdad social en una sociedad siempre sonriente y optimista. “La primera vez que vi una persona sobre una tabla, pensé que era magia”, admite uno de los entrevistados.
Los Gauchos del Mar acumularon valiosos aprendizajes de este viaje que se inició hace 13 años y que fueron compartidos en forma de documentales. Joaquín asegura que el eje de esta inmensa expedición es buscar olas porque siempre son nuevos mensajes.