Luciano Nacci es realizador audiovisual y músico viedmense. Se define como un hombre perseverante atraído por temas como el cambio climático, la contaminación, los animales. “Veo una injusticia y siento que tengo que estar ahí”, define. Muchas veces la información queda en un terreno solo superficial y el cine logra romper eso, puede generar conciencia.
Con ese conjuro nació Tormentas de Fuego, incendios en la Patagonia, un documental que retrata la pesadilla ígnea de 2021. El 9 de marzo de ese año se desataron dos focos de incendio en Lago Puelo, Noroeste del Chubut, que se unieron generando una catástrofe ambiental nunca antes vista en la región.
Luciano estaba en Buenos Aires cuando se encontró con la información de los incendios. “En ese momento nació la necesidad de hacer algo. Hablé con Axel Emilien y fuimos a la zona”, contó y aclaró que la idea de la película se gestó a medida que crecía la cantidad de retratos y testimonios. “Habían perdido todo. Casa, animales, sus mascotas. Fue desgarrador”, recordó.
A pesar del dolor, la gente siempre estuvo abierta a hablar. Les dolió que estuvieran los medios de comunicación en un momento y luego quedó solo el olvido. No hubo tampoco protagonismo del Estado en la reconstrucción. Les pareció interesante, entonces, hacer el documental para que haya justicia y que no se olvide. Que quede para siempre.
En ese momento fue el incendio periurbano más grande de América Latina. Fueron dos semanas de filmación y un año de edición. Para Luciano fue una experiencia impactante con mucha información. Aprendió sobre la vida del fuego, los tipos de árboles, la invasión de las especies exóticas. La película se refiere a la pérdida y también a las hipótesis sobre qué provocó el incendio.
“Veo una injusticia y siento que tengo que estar ahí”
“La mayor ayuda que recibieron fue de la gente de la zona”, destacó el joven realizador y agregó que ellos también recibieron recursos para cumplir con el objetivo de la película porque en ese momento no tenían dinero. Por eso siente que se trata de una película de la zona porque todos hicieron valiosos aportes. “Es que el cine no es un arte solitario, es colectivo”, definió.
Hurgar en la experiencia de atravesar un incendio tan inmenso e implacable le permitió rescatar algunas riquezas, como la solidaridad. Considera que esa acción de que te den sin esperar nada a cambio es invaluable.
En estos días se presenta la película en Bariloche y El Bolsón. Para Luciano tiene un valor especial compartir el trabajo con quienes protagonizaron el documental. Sabe que algunos vecinos pudieron reconstruir sus casas y otros viven aún en viviendas prestadas.
El trabajo audiovisual de Luciano está muy vinculado a temáticas ambientales. Eso lo moviliza. “Para mí es importante poder colaborar para que quede un registro histórico de la voz de la gente que no se escucha. Y que eso sirva para concientizar”, admitió y aseguró: “Para mí es un deber cívico”.