Cuando el mundo sucedía a más de 10 centímetros de su nariz, todo era prolijamente borroso. Con 61 años, Eduardo Carinao se encontró por primera vez con anteojos y la vida se cubrió de nitidez. Los testigos dicen que en el patio de la escuela de un paraje de la Línea Sur, en Río Negro, su sonrisa fue esplendorosa.
Santiago González Virgili es oftalmólogo y creó hace 18 años Ceguera Cero, un programa de la Fundación 100 Caminos. Contó en El Cordillerano Radio de Bariloche que hacen esta tarea con el objetivo de prevenir o disminuir las causas que producen mala visión severa.
Santiago recibió pacientes que llegaban fortuitamente a su consultorio de la zona rural. Ahí tomaron conciencia de una realidad que es muy común en el mundo. “La falta de atención oportuna produce consecuencias para las personas”, apuntó y agregó que si se actúa a tiempo, se pueden evitar. Un problema sencillo de resolver, como proveer de un anteojo a un niño, evita un problema importante.
Por cuestiones vinculadas a la geografía de Río Negro, por cuestiones culturales o económicas las personas sufren estas consecuencias en los parajes de la Línea Sur. “Eso nos motivó a empezar con Ceguera Cero hace 18 años. Aportamos lo nuestro”, dijo.
En el inicio del proyecto solidario, solo asistían dos o tres oftalmólogos. En la última campaña, en Mamuel Choique, participaron 13, además de los colaboradores.
“Se genera una comunión con los pobladores, maestros y los agentes sanitarios. Hay una magia que se genera que es hermosa. Viajar por nuestra provincia es hermosa aunque también te encontrar con la dureza de la realidad. Existe una satisfacción grande. Ves con que poco se puede provocar un impacto positivo”, contó.
El 7 de junio será el próximo compromiso en el árido paraje de Aguada Guzmán. Junto a la asociación de oftalmólogos de Río Negro cumplirán con una campaña más en el extenso recorrido de Ceguera Cero. Santiago aseguró que la constancia en el tiempo se da por la satisfacción que provoca ayudar a otros.
Un dato importante: el 80% de los casos de ceguera y baja visión severa son evitables. El problema mayor es cataratas, “que es una condición relativamente sencilla y poco costosa para su solución”. También se encuentran con casos de glaucoma y lo más triste para Santiago son los problemas de limitaciones visuales por no tener anteojos.
Contó el caso de Eduardo Carinao el trabajador rural de 61 años, muy miope. Nunca en su vida había utilizado anteojos. Todo era borroso para él. “Lo llevé al patio de la escuela cuando le puse los anteojos de de prueba. Lo llevé a propósito para que esté en un espacio amplio. Fue increíble porque ves su cara, los gestos, la sonrisa”, recordó. La persona que acompañaba a Eduardo, contó que cuando le preguntaba si veía las ovejas le decía que sí, pero miraba hacia un lugar distinto de donde se encontraban.
El trabajo de Santiago fue seleccionado en 2021 por el programa Abanderados, que reúne proyectos solidarios de todo el país. Dice que recibieron cariño y apoyo. Y en 2023 brindó una charla TEDx en Bariloche que tituló “La ceguera evitable”.
Con la asociación de oftalmólogos de Río Negro tienen en mente un nuevo desafío: quieren llevar adelante una campaña de cirugías masivas para reducir el número de personas con disminución visual por cataratas.
Santiago está convencido que el camino de Ceguera Cero tiene mucho aún por recorrer. “Es que el trabajo voluntario genera un ida y vuelta de cosas buenas. Ahí está el secreto”.