La Otra Orilla: el cortometraje que abraza la muerte para vivir mejor

La idea sobre la muerte asomó en la vida de Jerónimo Molero Doval cuando tenía apenas 3 años. Se despertaba temeroso porque ya era consciente de que sus padres iban a morir en algún momento. 

El realizador y director de fotografía español está rodando “La Otra Orilla”, un cortometraje que se basa en una historia que abraza un mensaje positivo sobre el mayor miedo del ser humano. “El mensaje principal del corto es jugar a favor de la muerte. Por lo general es en contra y hay un mecanismo mental por el que no nos atrevemos a tratarlo”, contó en Pausa, el programa de radio  que conduce Vivian ‘Lulú’ Mathis. 

Jerónimo considera que si tuviéramos más presente a la muerte podríamos centrarnos en lo que realmente nos motiva y a valorar cada momento. 

Jerónimo Molero Doval

Un gran disparador para abordar el tema fue un libro que le mencionaron durante un rodaje. Le despertó especial curiosidad. Era ‘La Muerte Íntima’ de Marie de Hennezel, psicóloga francesa. “Me resonó de una manera especial. Dije ‘esto lo tiene que leer todo el mundo”, recordó. Empezó a leerlo en francés y a traducirlo con algunas dificultades para poder compartirlo. Su primo, que estudiaba medicina, lo sorprendió con fotocopias que guardaba de una edición muy pequeña en español. 

Hennezel trabajó en la atención a enfermos terminales y en su libro comparte la particular experiencia que cambió su vida. Muestra el valor de los últimos instantes de la vida. Es que el tiempo que precede a la muerte puede ser también el de una realización personal y de una transformación del entorno.

«Quiero ser coherente con lo que me da sentido”, dijo Jerónimo 

“A partir del libro tuve ganas de hablar de la muerte y lo hice a través del documental ‘La Danza de la Vida’. Me atrajo la mirada de los niños ante la muerte”, mencionó y agregó que para cumplir con el objetivo se reunió con el director de teatro y clown de hospital Juan Pedro Romera. Hablaron del tema y Juan Pedro diseñó actividades una vez por semana con 15 niños y niñas de 6 a 9 años.  “Fue una experiencia muy bonita. Ellos se percibían como expertos en el tema”, acotó. El proyecto finalizó con una obra de teatro que diseñaron con la colaboración de Juan Pedro. 

María, protagonista de La Otra Orilla.

En esa propuesta conoció a María, una niña que sufre una enfermedad de nacimiento, estenosis aórtica, y que en varias oportunidades había estado cerca de la muerte. Jerónimo observó cómo afrontaba ella la situación, el acompañamiento de su familia e imaginó su vida de adulta “Tiene una fuerza por vivir inmensa. En una de las operaciones le hicieron una traqueotomía y al poco tiempo fue a una foniatra y tomó clases de canto”, destacó con entusiasmo.

De la experiencia con los niños y niñas descubrió algo que intuía: existe una inocencia que tenemos todos que luego se nubla a medida que crecemos. “Ellos representaban al niño que tenemos adentro; estar cerca de ellos me permitió ver que podía participar de esa frescura y podía ver el tema de la muerte con cierta ligereza». En definitiva, una interpretación sin tanta densidad y dramatismo que agregamos según la cultura.

“Esa mirada fresca está disponible y podemos conectar con ella, para poder integrar la muerte como parte de la vida y que nos ayude a transitarla plenamente”, definió.

Niños y niñas hablaron de la muerte

Jerónimo piensa también en las lecciones que entrega la convivencia con su perra. La pasea y parece que esa acción repetida no tiene demasiado valor, aunque ella siempre se ve muy ilusionada. “Es probable que cuando no esté la eche de menos. Siento que el ‘yo’ del futuro me dice que este momento es más importante de lo que parece”, reflexionó y comentó que esta idea de darle valor a cada paso es un claro objetivo, aunque admite que no es tan simple lograrlo porque la mente hace su juego. 

En su corto ‘La Otra Orilla” imagina cómo será María de adulta, cuando tenga 30 años. La propuesta es que la niña y la adulta se encuentren en clave de realismo mágico. “¿Por qué hice esta película?: siento que es un paso más hacia ponerme en paz con lo que mi cuerpo y mi alma pide. Quiero ser coherente con lo que me da sentido”.