Claudio recuerda una historia que su padre, quien se había criado en una familia muy humilde, solía contar. Un día, el gran boxeador José María Gatica llegó a Adrogué para estelarizar sobre el ring. Cuando apareció con su limusina, todos los chicos se acercaron para encontrarse con su ídolo, quien les preguntó: «¿Van a ver la pelea?». El grupo de niños en el que estaba el padre de Claudio respondió que no, porque no tenían dinero. «No se preocupen, invita el Mono», dijo sonriente Gatica, y cumplió el sueño de los chicos.
Claudio Destéfano es periodista especializado en negocios y marketing deportivo, además de coleccionista y un incansable perseguidor de desafíos que tienen sentido. Un ejemplo de esto es la iniciativa «Dale al Campeón», que le permitió reunir 15 millones de pesos para atletas paralímpicos que compiten en los Juegos de Paris 2024. «Fue la campaña más linda que hice», admitió.
El primer paso fue reunir entre 40 y 50 prendas donadas por deportistas olímpicos. Entonces aparecieron, por ejemplo, un cinturón de la judoca Paula Pareto o un pantalón de Hugo Conte, considerado el mejor jugador argentino de vóley de todos los tiempos.
Luego, Claudio convocó a empresarios comprometidos con la iniciativa a pagar 500 dólares por prenda. «Les dimos 1000 dólares a cada uno para que compren lo que necesiten», contó, y dio el ejemplo de la cordobesa María Laura Belvedere, tiradora, quien necesitaba el dinero para comprar balines, algo esencial. Y Elías Romero, de tenis de mesa adaptado, compró una paleta que es muy costosa.
«Nos pasamos de rosca con la campaña. En un día conseguimos 20 empresarios y salimos a buscar más atletas. Podíamos ayudar a 24», contó. Entonces se asoció con Maximiliano Nóbili, periodista que hace 10 años creó la fundación Paradeportes. Maxi se ocupó de detectar a los atletas paralímpicos que necesitaban mayor acompañamiento.
Claudio reflexiona siempre sobre cómo con poco se puede generar tanto valor. Recordó cuando hicieron un almuerzo que reunió a los deportistas paralímpicos beneficiados por la campaña y donantes. En un lugar de la mesa estaba el misionero Ariel Atamañuk. Ariel perdió sus piernas en 2015 luego de que un camión perdiera el control y chocara contra el micro que conducía, trasladando 34 gendarmes. Nueve años después, representa al país en los Juegos Paralímpicos de París en paracanotaje. «No sabes lo orgulloso que estoy de vos», le dijo en ese encuentro Hugo Conte a Ariel. «No me lo contó nadie, yo lo vi. Fue increíble», recordó Claudio.
La iniciativa del periodista genera comunidad y los empresarios le agradecen por la oportunidad de formar parte. Y no es la única. Hace un tiempo reunió 60 sillas de rueda para el Hospital de Niños. “Las conseguimos en un día y medio”, dijo orgulloso Claudio y contó que los empresarios que hacían el aporte más alto podían ponerle el nombre de un niño a la silla donada. “Yo compré una y le puse el nombre de Juana, mi nieta que estaba por nacer. Otra persona vino y me dijo que le iba a poner Renzo, por un chico que nunca nació”.
Inmensas satisfacciones le dejan a Claudio estos desafíos, pero no se detiene a esperar aplausos. Su actitud es la de una topadora sensible y comprometida. Como coleccionista, posee reliquias de destacados deportistas, aunque hay dos que atesora con especial cariño: unos guantes y una bata del legendario “Mono” Gatica. “Si mi viejo las viera…”, dice con una sonrisa.