El proyecto que interesó a la ONU: mermeladas que dan oportunidades a mujeres vulneradas

De una localidad pequeña de la provincia de Buenos Aires surgió un gran proyecto que interesó a la ONU.

«Tenemos un solo semáforo», acotó sonriente Ricardo Parra para entregar una pista sobre el tamaño de General Las Heras. Ricardo es el creador de Las Quinas, el emprendimiento de triple impacto que produce miel, mermeladas y dulce de leche orgánico. 

Ricardo se lucía en el mundo de las corporaciones financieras hasta que en 2003 decidió cambiar su vida. Con 29 años ya había logrado un cargo tan importante como estresante en una compañía norteamericana y se planteaba con frecuencia si pertenecer a ese mundo tenía sentido. “Por suerte tomé la decisión”, comentó.

El primer paso fue hacer la tecnicatura en apicultura en la Universidad de Luján con el objetivo de conectar con la naturaleza. Luego se convirtió en la llave para darle vida a su emprendimiento. Después de conseguir un terreno en General Las Heras, comenzó a producir miel orgánica.

Las Quinas siempre tuvo consciencia ambiental y social. Así nació. “El emprendimiento tiene que ser rentable y también contemplar el impacto ambiental. Trabajamos con energía renovable -a través de paneles solares- y reciclado de agua. Siempre estamos con el tema orgánico, lo sustentable, y trabajamos con pequeños productores”, contó y agregó que en 2018 consideraron que debían incorporar un ingrediente que provenga de las cooperativas de mujeres en situación de vulnerabilidad social.

El primer proyecto fue con mujeres de Lima, una villa de emergencia del conurbano bonaerense. Ricardo se encontró con un contexto de violencia y drogas. Decidieron trabajar con la fundación Akamasoa Argentina para levantar invernaderos hidropónicos para la producción de frutillas de excelencia. Las Quinas compra la producción y una parte del precio de venta del producto vuelve a Akamasoa para sostener el proyecto. El envase de la mermelada incorporó papel reciclado y fue el primer producto en utilizar tecnología blockchain.

Otro proyecto productivo se está realizando en Lobos, también Buenos Aires, con 128 mujeres. Y en La Cañada, departamento de Figueroa, en Santiago del Estero. ‘Las Mujeres de la Cañada’ son, en su mayoría, mujeres campesinas del interior santiagueño que recibieron la capacitación en la producción de tuna, una fruta del nopal que crece en zonas áridas o semi áridas en todo el noroeste argentino.

Las etiquetas de los frascos cuentan con tecnología NFC, esto permite al consumidor conocer las relevantes historias detrás del producto. El desarrollo fue diseñado por la agencia Tridimage y esto le permitió a Las Quinas obtener varios premios como el Innovar que entregaba el ex ministerio de Ciencia y Tecnología, además de lograr la final de los premios Pentawards en Londres.

Por este trabajo, Ricardo recibió el llamado de la ONU en 2023. Primero no lo creyó, pensó que era una broma. “Costó creerlo, fue un orgullo. El convenio se firmó en mayo y hoy nuestros productos tienen un sticker de la ONU”, destacó sonriente y orgulloso.

En una primera etapa los productos van a tener un sticker de Poncho Azul con el objetivo de visibilizar el trabajo que realiza el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). De esta forma, cuando alguien compra un producto de Las Quinas estarán donando alimentos, pañales e insumos para refugiados. Y en la siguiente instancia, colaborarán en un proyecto de mujeres refugiadas.

“Hay que meterle mucho corazón y el aprendizaje es constante. Lo que más me moviliza es entender, acompañar, ser puente. Y todo es más fácil de lo que uno cree”, definió el emprendedor  de la localidad del solitario semáforo y un sinfín de sueños cumplidos.