La pandemia provocó una profundización de la desigualdad estructural que afecta, principalmente, a los sectores informales y a las familias de más bajos ingresos. Y especialmente a mujeres, chicos y chicas. “Es urgente implementar medidas fiscales que permitan a estos grupos acceder a un piso mínimo de protección social”, observó Julieta Izcurdia, abogada de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
Señaló que eso significa contar con ingresos y acceder a los servicios que garantizan una vida digna. “Es importante reforzar las medidas a través de programas de transferencia no condicionada que garantice la canasta básica alimentaria”, consideró y agregó que hoy, por ejemplo, la Asignación Universal por Hijo “está condicionada a algunos requisitos que muchas personas no pueden cumplir. Más de un millón de chicos y chicas no pueden acceder al programa”.
Julieta dijo que, en este difícil contexto, el sistema impositivo tiene que tener un rol fundamental para reducir la desigualdad y la pobreza. “En nuestro país, el potencial redistributivo que tiene la recaudación impositiva está subutilizado, más del 30% de la recaudación proviene de impuestos regresivos como el IVA que grava consumos de bienes y servicios esenciales”, explicó y agregó que los impuestos más progresivos –como bienes personales- que recaen sobre quienes tienen más capacidad de pago explican menos del 1% de la recaudación.
«Más del 30% de la recaudación proviene de impuestos regresivos como el IVA que grava consumos de bienes y servicios esenciales. En cambio, los impuestos más progresivos –como bienes personales-explican menos del 1% de la recaudación», apuntó Izcurdia
Para Julieta, resulta imperioso revisar la estructura impositiva. “Hay un desafío por instalar la justicia fiscal que necesita nuestro sistema impositivo. Hoy es sumamente injusto, regresivo”, apuntó.
Sobre los obstáculos para lograrlo, la abogada comentó que es relevante el camino hacia los lugares de decisión. “La captura corporativa en el Estado”, apuntó y explicó: “los que tienen más poder económico son los que ocupan los lugares de poder político, democratizar esos espacios también nos llevaría a tener miradas más igualitarias”.
Julieta menciono también que, además de que la estructura impositiva es regresiva, hay una parte de la política fiscal que no se revisa, como los gastos tributarios o exenciones fiscales. “Son privilegios tributarios diferentes, por ejemplo, los jueces y juezas que no paguen ganancias explica que los que toman decisiones son los sectores de altos ingresos. Es difícil que lleguen voces disidentes o logren disputar esos espacios”, reflexionó.
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