“En la época de las máquinas tenemos que explorar más lo que nos hace humanos”

Cuando le preguntaron a Pablo Picasso por las computadoras respondió que son inútiles porque solo pueden darnos respuestas. Alguien tiene que hacer las preguntas. 

Augusto y Mateo Salvatto publicaron La Batalla del Futuro, un libro para reflexionar sobre el futuro y distinguir algunas herramientas que pueden servir para atravesar un mundo dominado por la tecnología. 

Mateo es campeón internacional de robótica y creador de Háblalo, una aplicación que facilita la comunicación a las personas con problemas auditivos. Y Augusto es politólogo y está especializado en innovación y transformación digital.

“Nuestra generación tiene la particularidad de ser la primera en disponer de toda la información del mundo, y de las posibilidades de capacitación, trabajo, desarrollo en una computadora de forma gratuita”, comentó Mateo y reflexionó que, precisamente por ese motivo, “es la generación que más cambios tangibles puede hacer por la cantidad de herramientas disponibles”. 

Por su parte, Augusto opinó que para los que “nacimos con una computadora en la mano, la idea de los inmediato es parte de nuestras vidas”. Con un click se puede generar un impacto. Esa es la parte buena: la acción, aunque aclaró que la parte más cuestionable es la ausencia de reflexión -siempre necesaria- que provoca la dinámica actual. 

La filosofía es uno de los capítulos del libro. El politólogo advierte que la tecnología puede fomentar una sociedad superficial. Cuando en una aplicación de citas, descartas a las personas con el movimiento de un dedo, es un mensaje sobre cómo percibimos las relaciones. O que podamos adelantar los mensajes de audio para optimizar nuestro tiempo también es un mensaje. Por eso, considera que “en la época en la que las máquinas pueden hacer más cosas, tenemos que explorar lo que nos hace humanos”. 

“Es que el futuro depende de nosotros”, acota Mateo y aclara que se trata de una batalla, no de un “futuro colorido” porque estamos en desventaja frente a la tecnología.

“Somos la generación que más cambios tangibles puede hacer por la cantidad de herramientas disponibles”

Además, su injerencia en el campo laboral es relevante. Augusto citó un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo que indica que el 65% de las personas que hoy trabajan en la Argentina corren  el riesgo que sus tareas sean automatizadas. “Eso enciende una alarma”, advirtió y aclaró que ese escenario se plantea para 2030. 

Para ellos, la mejor imagen para describir este complejo proceso es el de un tsunami. Existen -dicen- tres opciones frente a este panorama. Una es no hacer nada, “y que nos revuelquen las olas”. Otra es nadar en contra de la corriente. Y la tercera es la que promueven en el libro: “aprovechar el impulso de la ola para llegar a la orilla”. 

La responsabilidad de los gobiernos es ineludible. Principalmente en dos aspectos, apunta Augusto. Reducir la brecha cambiaria y generar incentivos para que las empresas lleven adelante la transformación digital. Por supuesto, la responsabilidad civil también es clave porque es fundamental comprender esta transformación. 

Cuando Mateo revisa cuáles son los factores que sirvieron de impulso para la conquista de sus objetivos, concluye que, indudablemente, fueron sus padres y docentes. “En casa nunca había un freno cuando llegábamos con alguna idea. Desde un robot, deportes, o el desarrollo de una aplicación”, contó. Eso, considera, fue fundamental. Aunque aclaró que el acompañamiento no fue financiero, sino a través de la cultura de “‘romperse’ para lograr lo que nos proponemos”. 

Por su parte, Augusto dijo que lo ideal es que todos tengamos un piso. “Si un chico no puede acceder a una conexión a Internet, tendrá menos oportunidades, aunque eso no significa que todos los que la tienen, la van a aprovechar”, razonó. 

Y,¿la humanidad está lista para este cambio? “Yo creo que sí, la tecnología se volvió más democrática. Todos podemos acceder y los costos bajaron mucho”, respondió rápido Augusto y agregó que cerca del 80% de las personas en el país tiene un teléfono celular. “Nos falta la conciencia que lo podemos hacer, por eso escribimos la Batalla del Futuro”.

 


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