Patricio Eleisegui publicó el libro con muchas dificultades. Se encontró con una realidad impactante. El daño que provocan los agroquímicos. La historia de Fabian y Alexa.
Patricio Eleisegui es periodista, escritor y su libro Envenenados se transformó en el primer acercamiento periodístico a la dramática problemática que genera la utilización del glifosato en Argentina. La tarea de publicar el material que reunía casos estremecedores no fue tarea sencilla. «Laprimera editorial tenía un vínculo con el gobierno anterior y fue un dolor de cabeza. Fueron sacados de circulación, lo supe de la boca del mismo editor. Finalmente me devolvieron los derechos y pude editarlo en otra editorial», contó.
Cuando Patricio hace un recorrido por las historias que nutrieron su trabajo periodístico, asoma primero Fabian Tomasi, empleado de una fumigadora de Basabilbaso en Entre Ríos. Fue el último caso que llegó al escritor y fue difícil acceder porque la curiosidad periodística puede ser incómoda para alguien que sufre el indeseado rol de víctima.
La economía de la localidad de Basabilbaso debió abandonar la destacada actividad ferroviaria durante la década del 90 y se recuperó cuando apareció la soja transgénica a principios de 2000. «Al mismo tiempo tuvo un lado B. La gente que manipula los productos que conlleva la soja transgénica». Y Fabian fue uno de los afectados más visibles. Sufrió una regresión muscular, pesaba muy pocos kilos, tenía una polioneuropatía tóxica que le impedía caminar con normalidad. Recibió una pensión por incapacidad generada por la manipulación de pesticidas, aunque no hubo acción judicial. «Hay pocos abogados que se animan a representar a los fumigados», subrayó.
Fabian fue la imágen de la portada de Envenenados y falleció el 7 de septiembre de este año. En su cuenta de Facebook, Patricio escribió: «En medio del dolor y el estupor, lo primero que me surge es la certeza de haber conocido a una persona mágica, un luchador sin par. Un hombre determinante en mi vida y también en la de muchos. Una historia símbolo. La gesta de alguien predestinado a la tarea de abrirnos los ojos. Devolvernos a lo humano. Ahora, desde hoy, Fabian, nuestro Fabian, es eterno».
Otra historia desgarradora fue protagonizada por Alexa Estevez y su embarazo. Alexa vivía en la localidad de América, en un barrio al lado de una acopiadora de granos. En uno de los recorridos hacia su casa recibió un recibió un shock tóxico. Eso derivió en las malformaciones múltiples del bebé por la contaminación ambiental. Falleció a las 48 horas de nacer. «Todo el caso quedó asentado en La Plata, cuando habían constatado la contaminación en Trenque Lauquen. Las autoridades se van sacando de encima el problema. No hubo sanción para las compañias, tampoco se investigó», describió Patricio.