Carla Fernández es bióloga, docente y vive en la localidad salteña de Aguaray, en la frontera con Bolivia. Al momento de dialogar con Cambian el Mundo la temperatura que la envolvía era de 40 grados. Aunque -aseguró- la sombra era capaz de generar un ambiente agradable.
Carla le dio vida a un valioso proyecto para la comunidad. Se trata de ChM2, una iniciativa que elabora sahumerios y larvicidas accesibles y sustentables a base de aceites esenciales extraídos de las plantas para el control de mosquitos. El objetivo es mitigar los contagios de dengue en las comunidades aisladas.
El proyecto, dice Carla, surge de la escasez. De la escasez de agua -ya que se encuentran aún bajo alerta hídrica- y de repelentes. Los pocos que llegan son costosos.
La sociedad de Aguaray se compone de comunidades originarias que juntan el agua en tachos o en lo que pueden cuando sucede el milagro de la lluvia. “Los criaderos se vuelven foco de toda la zona y las altas temperaturas hacen que todo prolifere y tenemos las enfermedades tropicales a flor de piel”, explicó.
La iniciativa se nutrió primero del conocimiento de los alumnos y alumnas que asisten a la escuela escuela Nro. 5006 Mariano Moreno. Transmitieron cuales son las plantas que resultan más eficientes para repeler mosquitos. Buscaron así una alternativa para mitigar los contagios en un momento en el que Aguaray estaba en zona roja.
“Trabajamos con eucalipto, que si bien no es nativo, hay mucha plantación por la producción de madera. Sacamos un aceite esencial que se convirtió en sahumerio. De esta forma reducimos uno de los estadios en el ciclo de vida del vector”, describió la bióloga y agregó que en el siguiente nivel se detuvo el proyecto. El objetivo es generar un producto para introducir en los tanques de agua y que que sea inocuo para los humanos.
Los sahumerios no se comercializan. Los alumnos se ocupan de prepararlos y los agentes sanitarios colaboraron también para que el equipo de trabajo pueda llegar a distintos lugares para que otras personas aprendan a elaborarlos. “Es gratuito y todo a pulmón”, definió.
Para Carla, el objetivo más inmediato es lograr la sustancia para los tanques de agua. “Hay uno en cada comunidad y el agua está estancada mucho tiempo. El vector crece enseguida”, advirtió. La sequía es importante en este momento.
Y la situación actual en Salta enciende las alarmas. Según el último parte epidemiológico de la provincia, ya suman 712 los casos de dengue en la provincia. En Salvador Mazza, municipio del departamento San Martín ubicado en la frontera con Bolivia, se confirmaron ya 404 casos.
Una de las escuelas cercanas a la zona de la Plaza Alvarado en la ciudad de Salta envió una comunicación a los tutores de los alumnos para que lleven repelentes tras la confirmación de un caso de dengue en la zona de influencia.
El total de casos de personas diagnosticadas con dengue registró un incremento del 127% en todo el país durante la última semana.
Carla se lamenta porque faltan elementos en el laboratorio para la purificación. Ese proceso es necesario para lograr el objetivo de generar el producto que pueda introducirse en los tanques de agua. Dice que no hay acompañamiento. Es todo a pulmón, repite.
“La materia prima la conseguimos nosotros, nos movemos a las comunidades o centros comunitarios. Es colaboración y ganas de protegernos entre todos como comunidad”.