Juan Cruz Dall´Asta vivió la experiencia de conocer de cerca uno de los sistemas más elogiados del mundo. Destacó que los profesores trabajan sobre la libertad y la responsabilidad desde la más temprana edad. Además, el foco de los profesores no está puesto en los exámenes; les importa el aprendizaje significativo. La importancia del juego.
El sistema educativo finlandés es considerado como el mejor sistema occidental de los evaluados, según el informe PISA de 2003. Y según el Foro Económico Mundial, el país escandinavo se ubica dentro de los mejores seis; rompió con el paradigma de asociar los logros a las calificaciones.
Juan Cruz Dall´Asta estudia Ciencia de la Educación en la Universidad del Salvador y tuvo la oportunidad de conocer de cerca los motivos por los que la educación en Finlandia es especialmente destacada. Además, trabaja en un proyecto de educación comparada para explorar los sistemas educativos en el mundo y evaluar qué acciones podrían ser consideradas para el sistema argentino. De hecho, Juan Cruz estuvo en Rijeka –Croacia- durante la entrevista.
“En principio hay un consenso social que la educación es una prioridad en la educación. Definieron un sistema educativo que perdure en el tiempo y concretaron una fuerte inversión”, describe Juan Cruz cuando busca ordenar los factores más influyentes.
Algo que despertó la atención a Juan Cruz fue que los profesores trabajan sobre la libertad y la responsabilidad desde la más temprana edad. El sistema educativo finlandés es obligatorio a partir de los 7 a los 16 años. Se transmite la importancia de hacerse cargo de las acciones, y la autonomía.
“Cuando hablas con los profesores, te dicen que no les interesan los exámenes. Les importa el aprendizaje significativo, que les sirva para su desarrollo personal para el resto de sus vidas. Esa es la diferencia sustancial”, comenta Dall´Asta.
En el documental del cineasta Michael Moore sobre el éxito educativo de Finlandia, la ministra de Educación Krista Kiuru, señala que alumnos deben tener más tiempo disfrutar de la vida, por eso no tienen tareas. Consideran que este concepto está obsoleto porque “tienen muchas otras cosas que hacer después del colegio, como estar con la familia, hacer deportes, música, leyendo”.
Juan Cruz cuenta que se trabaja durante 45 minutos y, luego, tienen los alumnos 15 de recreo. Observa que hay cierta estructura que acompaña el ocio creativo, y antes de cada hora se delimitan las pautas de trabajo. En el documental de Michael Moore, una de las profesoras define que “la escuela se trata de encontrar la felicidad, de descubrir el modo de aprender aquello que te hace feliz”, frente a la idea de enfocar en los exámenes estandarizados.
El sistema educativo es gratuito e incluye la asistencia sanitaria y el comedor, con una comida diaria que debe cubrir alrededor de un tercio de las necesidades nutricionales diarias del alumno para las escuelas primaria y secundaria.
Para Juan Cruz, en el sistema educativo finlandés es importante el juego. Y se pregunta por qué dejamos de jugar cuando somos grandes, cuando el juego es aprendizaje todo el tiempo. “Aprendemos si involucramos la corporeidad y la mentalidad, pero tendemos a pensar que la educación es sólo para cerebro y no para el resto del cuerpo. Si los separamos, no vamos a tener un aprendizaje significativo”.
Foto: Andreas Meichsner/Verstas