Nicolás Marín Benítez responde las preguntas desde Baja California, en México. Con apenas 24 años ya tiene una buena cantidad de historias para compartir. La última tiene que ver con la distinción que recibió como el Mejor Fotógrafo Ambiental de 2023.
Rescatar una sola postal entre tantas del fondo del mar es casi imposible, pero admite que primero aparece en su recuerdo una de la Isla Galápagos. Fue cuando buscaba tiburones martillo para National Geographic.“Había pasado una semana y no los podía encontrar, estaba nervioso. Y al octavo día encontré 200 juntos. Ver uno ya es impactante. Salí llorando de la emoción, impresionado. Justo en el lugar donde Charles Darwin desarrolló la teoría de la evolución”, contó.
El concurso está organizado por la Chartered Institution of Water and Environmental Management (CIWEM) y tiene el objetivo de mostrar las fotografías medioambientales más inspiradoras de todo el mundo.
Nicolás es fotógrafo submarino, nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Su tarea es recorrer el mundo capturando imágenes de especies en peligro de extinción y este año recibió un importante reconocimiento otorgado por la Chartered Institution of Water and Environmental Management (CIWEM). Trabaja como explorador para National Geographic, además de ser un apasionado activista en defensa de los ecosistemas marinos.
“Yo quería ser tenista”, se sincera sobre sus primeras aspiraciones. Pero a los 18 años evaluó que ese camino se insinuaba muy complejo de transitar. Entonces buscó formarse en un atractivo combo que incluyó cine, redacción, marketing, publicidad y -por supuesto- fotografía.
No le gustó la universidad ni la rutina, así que se nutrió de cursos. Un día se encontró con un aviso que buscaba un fotógrafo submarino y alguien que pudiera administrar las redes sociales para un proyecto de restauración de corales y escuela de buceo. “Nunca había buceado, pero sí tenía muchas ganas. Me seleccionaron entre mil personas y en Cozumel (México) comenzó mi carrera”, recordó sonriente.
Nico tenía apenas 18 años recién cumplidos. Sospecha que vieron su impuso, las ganas, porque experiencia no había cosechado aún.
Al momento de esta charla, estaba en Baja California con el objetivo de cumplir con la segunda parte del trabajo con National Geographic. Monitorea y registra el comportamiento de ballenas jorobadas, grises, tiburones y cachalotes.
Apunta que la joven activista ambiental sueca Greta Thunberg fue una inspiración para él. Con 15 años se sumó a movilizaciones vinculadas a la crisis climática. “Apoyaba pero no consideraba fuerte mi voz. Con el paso del tiempo entendí que mi activismo estaba en la fotografía”.
El talentoso fotógrafo submarino retrata también la huella humana en el océano. “Es nuestra principal fuente de vida. 8 de cada 10 respiraciones son gracias al océano”, apuntó y agregó que cuando estas lejos de la naturaleza no te das cuenta de la cantidad de plástico que consumimos.
“Yo me tiro y siempre encuentro botellas, sorbetes, bolsas o vasos plásticos. Eso afecta a los animales y también a nosotros. Por ejemplo, cuando comemos pescado. Estamos comiendo una tarjeta de crédito por semana”, alertó.
El joven nacido en la localidad bonaerense de San Miguel fue elegido como uno de los 100 líderes jóvenes ambientalistas más destacados del mundo por Our Ocean, una organización internacional que se realiza acciones para generar conciencia sobre la lucha contra el cambio climático.
Por ese motivo fue uno de los expositores en el encuentro anual de la organización en Panamá que se realizó en marzo. Mostró su preocupación por la posibilidad de que se realice actividad minera en el fondo de los mares de Argentina y México.
Nico considera que forma parte de una generación que está despertando la voz que estaba silenciada, la de la naturaleza, aunque aclara que el compromiso es transgeneracional.
Como fotógrafo, no quiere que la gente vea solo una foto linda. “Quiero que además se entienda qué tiburón es, por qué está en ese lugar y no en otro. Poder volcar la información de los científicos en fotos”.
Está convencido de que su trabajo puede ser una herramienta de transformación. Y siente la inmensa necesidad de divulgar el mensaje de que cualquiera puede ser parte de la solución si decide incorporar acciones sustentables a su vida.