El bien común en el centro: creó una plataforma para fomentar nuevas economías

Victor Mochkofsky comparte la pregunta poderosa que cambió su vida: ¿al servicio de qué está tu talento?. 

Vive en la zona norte de la ciudad de Córdoba. Confiesa orgulloso que comparte el gusto por la jardinería con su compañera de vida, Sole. Tienen un patio vistoso, con huerta, un invernadero pronto a estrenar y el bosquejo en mente de un gallinero.

Además, Víctor posee una profunda inquietud por descubrir y compartir nuevas herramientas para cambiar el mundo. 

Trabajaba en marketing digital para importantes empresas cuando en un momento clave de su vida se cuestionó el camino elegido. “Mi incomodidad fue preguntarme si quería estar al servicio de que vendan más las empresas más grandes del mundo. Mi respuesta fue un rotundo no y ahí empezó mi exploración”, contó en Pausa, el programa que conduce Vivian ‘Lulú’ Mathis.

Víctor comenzó a replantearse su carrera en 2018

Luego de esa exploración, en 2019 creó la Plataforma de Introducción a Nuevas Economías (PINE). “La idea fue diseñar un viaje de aprendizaje, estar en contacto con múltiples miradas y que cada uno se lleve algo. Así se planteó la primera edición y fue hermosa”, contó y agregó que inmediatamente se acercaron autoridades de la Universidad de Córdoba y se generó una alianza. Eso les permitió expandirse y hoy pasan más de 100 personas de distintos países para formarse en nuevas economías.

“Cuando hablamos de nuevas economías nos referimos a la ebullición de movimientos, teorías, autores, organizaciones, miradas, que están buscando alternativas al sistema hegemónico globalizado actual que nos está llevando a un potencial colapso climático civilizatorio”, explicó.

Victor busca el origen de la palabra economía para usar de brújula. “Es la gestión de la casa y si vemos hoy como está, no es buena”, reflexionó. Para el emprendedor, existen -por ejemplo- enfoques ancestrales que nos pueden llevar a destinos sostenibles y deseables. También asoman conceptos como la economía circular, la regeneración, la economía del bien común, la banca ética, la economía popular. “Son miradas que nos pueden nutrir hacia formas mejores de gestionar la casa, con la ‘Vida’ (aclara que es con mayúscula) en el centro”, definió.

Impulsa a que la gente se pregunte por su propósito

La valiosa herramienta de PINE busca expandirse y que su esencia se expanda por el torrente del sistema educativo. Becan a docentes universitarios y están gestando un curso de formación de formadores para que el bagaje diverso y nutritivo sobre nuevas economías llegue a más universidades en Uruguay, México, Chile.

Hoy estamos en un momento en el que los sistemas están crujiendo, colapsando. Y las formas que utilizábamos para encontrar respuestas no siempre funcionan. Por eso, percibe Víctor, cada vez más personas abrazan la incertidumbre; “reconocernos perdidos puede ser una pista poderosa e incómoda. Ahí pueden emerger respuestas más profundas”.

La experiencia que atravesó Víctor de replantearse su vida se repite en estos tiempos. Un buen puñado de gente está en crisis de propósito, por eso importa tanto la pregunta ‘¿al servicio de qué está tu talento?’. “Si mucha gente se hace esa pregunta y pone su talento al servicio de la vida, de respuestas a los problemas reales, se puede cambiar el mundo”.

Christian Felber es autor de un modelo económico alternativo: La economía del bien común

El amante de la jardinería admite que siente el ardor de una herida abierta cuando se conecta en el dolor que causamos a otras formas de vida por la forma en la que elegimos habitar el planeta. 

Existen dos desafíos que le despiertan especial interés. Uno de ellos es la conversación que define como “la tecnología del futuro”. No, no es la inteligencia artificial -dice-, y “somos bastante analfabetos en conversar”. Por eso, considera que formarnos y practicar en este tema es transformador. Y el otro gran desafío es ejercitar el músculo de la imaginación, “tenemos que crear espacios para imaginar futuros mejores”.