Cuando el mundo sucedía a más de 10 centímetros de su nariz, todo era prolijamente borroso. Con 61 años, Eduardo Carinao se encontró por primera vez con anteojos y la vida se cubrió de nitidez. Los testigos dicen que en ...
Cuando el mundo sucedía a más de 10 centímetros de su nariz, todo era prolijamente borroso. Con 61 años, Eduardo Carinao se encontró por primera vez con anteojos y la vida se cubrió de nitidez. Los testigos dicen que en ...